La Iglesia vive un momento especialísimo, estamos en el apogeo del jubileo de la Misericordia, una llamada a ser misericordiosos como el Padre, y en este contexto nuestra comunidad de Hermanas Misioneras Catequistas dedica una semana para salir en busca de nuevos misioneros de la misericordia, el Señor ya los ha llamado desde su concepción, es nuestra misión ir en busca de ellos y abrirles el entendimiento para que en un ambiente de disposición escuchen la voz del Pastor que llama y cualifica a los que Él quiere (Mt 3,13).
Así pues, el lema escogido para esta jornada está apoyado en la vocación de Samuel (1 Sam 3,1-11) “yo digo aquí estoy”, aquí estoy es la primera respuesta que él da, pues bien, Samuel no sabe de qué se trata este llamado, simplemente escucha y acude al llamado convencido que quien lo llamaba era Elí; Estuvo dispuesto a levantarse con prontitud, hasta tres veces de noche para atenderle, al escuchar aquellas misteriosas llamadas. Tal vez, no rezaba mucho, pero a través de las mediaciones religiosas de su familia conservaba un gran sentido de Dios y de la autoridad. Por eso posteriormente estuvo dispuesto a repetir una frase, que Elí le sugirió: “Habla, Señor, que tu siervo escucha”.
Pues bien, como Samuel muchos jóvenes son llamados por el Señor a formar parte de su Iglesia en una vocación específica, nuestra función en esta jornada vocacional es hacer el papel de Elí que supo guiar a aquel muchacho para que escuchase la voz de Dios que tenía una misión especial para El.
Seguras que el Señor irá con nosotras a tirar las redes vamos alegres convencidas y esperanzadas que el dueño de la mies nos utilizará como instrumentos para suscitar inquietudes vocacionales allí donde el Espíritu nos envíe. Y nuestra Madre Inmaculada la Reina de SI que cambio el mundo, quien nos acompañe e interceda por nosotras en este trabajo emprendido.
Pastoral Vocacional
Hermanas Misioneras Catequistas